La sociedad en la que vivimos nos incita al consumo, a la gratificación instantánea; queremos cosas y las queremos ya. Tú lo vales, la vida son dos días… así que te lo vamos a poner fácil, ¡claro que sí! Te lo financiamos en cómodos plazos, no tienes que esperar más para empezar a disfrutar. Literalmente, nos están empujando para que caigamos en las compras emocionales casi sin dolor a través de las deudas: préstamos preconcedidos, tarjetas de crédito, financiaciones para la TV, el ordenador, el móvil, etc.
Las deudas mal manejadas pueden hundir tus finanzas personales, ya que reducen tu flujo de efectivo y su impago tiene grandes riesgos asociados. Ten en cuenta que trabajan en contra de la creación de tu patrimonio. Aunque veces pueden ser necesarias, por norma general es mejor evitarlas, especialmente las deudas al consumo.
En este artículo veremos cómo eliminar las deudas, por qué hacerlo y cómo no volver a caer en ellas. ¡Vamos allá!
Al igual que con la tolerancia al riesgo, cada persona vive las deudas de una manera diferente. A mí, personalmente, no me gusta deber nada a nadie; esto me ha mantenido alejado de las deudas toda mi vida. Estar endeudado puede ser más o menos duro a nivel psicológico dependiendo de cada uno, pero te aseguro que no tener deudas pendientes te puede hacer sentir más tranquilo, en control de tu vida financiera y menos atado. Es como quitarse una pesada mochila de encima: te vas a encontrar más ligero, resistente, con más energía y más rápido para moverte.
Las deudas se aprovechan de la fuerza del interés compuesto, pero en tu contra. Trabajé muchos años en banca, y a los productos relacionados con la deuda, tales como préstamos personales, hipotecas, tarjetas de crédito, líneas de crédito, leasing, factoring, etc. se les llama «productos de activo»… porque son activos ¡para el banco! Pero para ti son un pasivo. Son algo que debes, que reduce tu patrimonio neto y el flujo de efectivo del cual dispones cada mes.
Si crear un colchón de tranquilidad es básico para tener unas finanzas personales sanas, eliminar las deudas es un objetivo que deberías alcanzar antes de comenzar tu fase de inversión. ¿Todas las deudas? No todas, pero sí las deudas al consumo; la hipoteca, si es que la tienes, la podrías dejar para más adelante y no retrasar tus inversiones; de lo contrario, dispondrás de menos años para que tus inversiones crezcan con el interés compuesto y ten en cuenta que el tiempo juega a tu favor para ellas.
Deuda buena y deuda mala
Antes de explicarte los pasos para eliminar tus deudas, quiero hablarte de dos conceptos que quizás leyeras en El cuadrante del flujo del dinero, mi libro favorito de Robert Kiyosaki:
- Deuda mala. Es la que pagas tú. Tus préstamos al consumo, la hipoteca de tu vivienda habitual, el préstamo del coche, etc. estarían en esta categoría.
- Deuda buena. Es la que pagan otros. Por ejemplo, como cuenta Kiyosaki en su libro, adquirir propiedades para alquilarlas: las compras con el dinero del banco y la hipoteca se paga con la renta del alquiler de los inquilinos.
Ojo con la «deuda buena», porque puede ser muy peligrosa. Usa lo que se conoce como apalancamiento financiero, que no es más que usar el dinero de otros para adquirir activos productivos, esperando que el flujo de efectivo que te proporcionen dichos activos cubra los pagos de la deuda adquirida. El apalancamiento ha hecho ganar cantidades ingentes de dinero a muchas empresas y particulares, pero arruinado la vida de muchas más personas y llevado a la quiebra a muchas empresas. Como diría Peter Parker, «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad» y añadiría «y saber lo que haces».
Recuerdo allá por el 2011, cuando estaba iniciando mi camino como inversor en bolsa, cómo se cegaron muchas personas con las acciones de Telefónica. Cotizaba en torno a los 16€ y el equipo directivo había prometido subidas del dividendo a 1,75€ por acción para el 2012. Estamos hablando de una rentabilidad anual bruta del 10,94%. ¿Sabéis lo que pasó finalmente? Telefónica suspendió su dividendo en 2012 y, cuando lo retomó en 2013 fueron 0,35€ por acción. Las cotizaciones se desplomaron en 2012 a los 10-11€ y todavía no se han recuperado.
Una cosa es haber invertido en Telefónica en esos años con el dinero procedente de tus ahorros y otra muy distinta es haberte apalancado con dinero que no tenías. Yo puedo asumir tener unas pérdidas latentes del 10% con mi posición en Telefónica, pero ¿y el que invirtió con dinero que no era suyo? O bien está pagando unos intereses del préstamo muy superiores a las rentas que le proporcionan sus acciones o bien acabó malvendiendo, asumiendo pérdidas y poniendo dinero de su bolsillo para acabar de pagar el préstamo.
Por normal general y para el común de los pequeños inversores particulares es mejor no apalancarse. Dicho lo cual, el concepto de deuda buena y que la paguen otros, ¡claro que me gusta! Con inteligencia financiera, sabiendo lo que haces y asumiendo riesgos calculados puedes sacarle mucho partido. Por ejemplo, unos amigos de mi mujer se construyeron una casa bastante grande y habilitaron una de las plantas (con entrada independiente y demás) para alquilarla. Recuerdo otro caso de un amigo que se compró bastante joven su piso y, ya que estaba soltero y sin compromiso, tenía alquiladas 2 habitaciones a estudiantes, cubriendo así buena parte de la hipoteca. En mi caso fue un poco diferente, no quise hipotecarme así que viví y sigo viendo de alquiler, pero lo que hice fue ir comprando activos con el objetivo de que las rentas de dichas inversiones me pagasen el alquiler o, llegado el caso, la cuota de una hipoteca.
Que lo paguen otros. Gran idea.
Plan de eliminación de deudas
Ahora voy a proponerte una serie de pasos para eliminar tus deudas al consumo, que casi con total seguridad son deudas malas. Estos pasos te van a ayudar a ser consciente de qué deudas tienes, por qué las tienes, conocer su impacto en tu economía y trazar un plan para eliminarlas.
1. Crea una lista con tus deudas
Lo primero es saber dónde estás, ubicarte. ¿Qué deudas tienes? Haz inventario de todas tus deudas (incluso lo financiado a interés 0%), creando una tabla en una hoja de cálculo en la que incluyas para cada deuda la siguiente información:
- Concepto deuda. iPhone 10, Préstamo coche Toyota Verso, Vacaciones Caribe 2018, Hipoteca vivienda habitual, …
- Capital inicial. Es la cantidad de dinero que tomaste prestada o bien el saldo actual de tus tarjetas de crédito o bien el capital consumido de tu línea de crédito. En definitiva, el dinero por el que vas a pagar intereses.
- Cuota. Normalmente será una cantidad mensual, que incluye una parte de intereses y otra de amortización de la deuda.
- Capital pendiente. El dinero que debes pendiente de devolver.
- Pagos pendientes (meses). El número de cuotas que te quedan por pagar si no haces amortizaciones.
- TAE. Es la tasa anual equivalente, lo que vas a pagar anualmente y que incluye intereses, comisiones y otros gastos. Es lo que nos va a permitir comparar deudas y decidir cuál nos conviene eliminar antes.
2. Toma conciencia de lo que vas a pagar en cada deuda
Añade la columna «Total intereses» a tu lista y calcula para cada deuda el total de intereses a pagar. Para ello consulta las condiciones del contrato que firmaste; probablemente tengas un cuadro de amortización y los intereses a pagar. Los cálculos pueden variar según sean préstamos personales, saldos de tarjetas de créditos u otros productos.
Si tienes el detalle en tus contratos o vía banca electrónica, genial. Sino puedes hacer unos números rápidos utilizando los simuladores del Banco de España.
3. Visualiza qué podrías conseguir dedicando el dinero de tus deudas a construir tu patrimonio
Suma el capital inicial y el total de intereses de todas tus deudas. ¿Qué pasaría si ese dinero trabajase para ti en vez de en tu contra?
Un simple cálculo: imagina que los totales son 20.000€ de capital y 5.000€ de intereses. Ese dinero invertido al 5% neto te generaría unos ingresos pasivos de algo más 104€/mes.
4. Reflexiona para cada deuda qué te llevó a contraerla
Añade la columna «Motivo deuda» y párate a pensar qué te llevó a contraer dicha deuda. ¿Fue una compra impulsiva?, ¿qué buscabas con ella?, ¿estás satisfecho al respecto?, ¿qué emoción fue la que te movió?, ¿qué necesidad estabas cubriendo?, ¿podrías haber esperado a realizar la compra?, ¿podrías haber cubierto la necesidad de otra manera?
Todos tenemos puntos ciegos, pequeños vicios y multitud de cosas que hacemos (y compramos) por inercia. Ser consciente de ello es necesario para poder cambiarlos.
5. Revisa tu estilo de vida
Unas vez que seas consciente de las deudas que tienes y qué te ha llevado a contraerlas es hora de que mires la foto en su conjunto. ¿Qué se esconde detrás de tus deudas? ¿Vives por encima de tus posibilidades?
Cada uno es quien debe decidir el estilo de vida que quiere, así que:
- Asegúrate de que vives como tú quieres, no como esperan los demás que lo hagas.
- Busca un estilo de vida sostenible. No hipoteques tu futuro por vivir el presente a todo tren; lucha por conseguir lo que quieres, con sentido común y siguiendo un plan. Ve incrementando el nivel de tu estilo de vida poco a poco, construyendo tu patrimonio y progresando laboralmente; recuerda «primero el flujo y después el lujo». Y por el camino, agradece lo que ya tienes.
6. Comprométete con una firme resolución a dejar de pedir prestado
Si eliminas deudas pero sigues pidiendo dinero prestado no vas a avanzar en tu plan de eliminación de deudas. Cae de cajón, ¿verdad? Pues no caigas de nuevo en esa trampa. Comprométete en firme a dejar de pedir dinero prestado. Si no puedo pagarlo, no es el momento de comprarlo.
7. Prioriza tus deudas
¿En qué orden debes ir atacando a tus deudas? Aquí hay dos corrientes de pensamiento:
- De mayor a menor TAE. Empieza pagando lo que más te está costando. Con la TAE podemos comparar las deudas y así elegir siempre la más eficiente para liquidar (financieramente hablando).
- De menor a mayor capital pendiente de pago. Empieza por la más pequeña; cuando la elimines, por la siguiente más pequeña y así sucesivamente. Es lo que propone Dave Ramsey en su plan bola de nieve, el cual explica en su libro «La transformación total de su dinero». Ramsey defiende que, aunque no es lo más eficiente matemáticamente, así obtendrás victorias rápidas que te darán el ímpetu y la motivación para llevar a término tu plan de eliminación de deudas.
Entiendo los dos enfoques, pero personalmente me quedo con el eficiente. ¿Por qué la victoria se da cuando tachas una de tus deudas?
8. Intenta reducir el tipo de interés de tus deudas
El objetivo es reducir el total de intereses que vas a pagar, y puedes conseguirlo reduciendo el tipo de interés. Aquí se plantean dos opciones:
- Negociar un menor tipo de interés con la entidad financiera. No es algo fácil, pero se puede lograr que revisen los tipos de interés de algunos instrumentos de deuda, principalmente de préstamos y tarjetas de crédito. Es algo que se lleva más en USA que en el España, pero no lo descartes, podrías llevarte una grata sorpresa.
- Refinanciar la deuda. Ten mucho cuidado con comisiones ocultas, gastos por amortizaciones anticipadas, etc. Hay mirar bien la letra pequeña, porque las entidades de crédito tratarán de salir ganando, pero no tiene por qué ser así. Te pondré un ejemplo real: una micropyme había recurrido en mal momento a financiarse, ante una mala racha de ingresos y gastos implacables, con tarjetas de crédito. Las dos tarjetas que usaron les estaban crujiendo un 14% y un 9% de interés anual (yo a eso lo llamo usura). Tras el asesoramiento, conseguimos un préstamo ICO con una TAE del 5%, con el que liquidaron los saldos de las tarjetas y acabaron ahorrándose varios miles de euros.
Este paso puede ahorrarte mucho dinero, así que no dejes de intentarlo. Además no tienes nada que perder, salvo un poco de tiempo con algunas llamadas y/o una visita a tu banco.
9. Determina de dónde va a salir el dinero
¿Sabes de dónde saldrá el dinero para liquidar tus deudas? Determínalo, debes planificarte al respecto. Dependiendo de lo ahogado que estés, tendrás que recurrir a soluciones más o menos drásticas.
Si tienes capacidad de ahorro, mantén tu colchón de tranquilidad en su nivel mínimo y dedica el ahorro mensual a eliminar las deudas. También plantéate congelar cualquier plan de inversión que tengas actualmente o incluso dedicar parte de tus ahorros a eliminar deudas (sé de casos en los que se tenía un dinero en cuenta corriente con el que podrían liquidar una deuda, pero no lo hacían porque tener el dinero en la cuenta les daba más tranquilidad). Y cómo no, el plan espartano de contención de gastos: de manera temporal, reduce drásticamente tus gastos en las cosas que no sean esenciales para ti y acelera tu eliminación de deudas. Como referencia general, eliminar tu deuda al consumo en estos casos no debería exceder los 18-20 meses.
Si no tienes capacidad de ahorro, tendrás que hacer algunos sacrificios para el empujón inicial. Te propongo en este caso que actúes en dos frentes:
- Incrementar tus ingresos. Principalmente hay dos opciones:
- Venta de cosas que tienes. Ropa, juguetes, joyas, tecnología, etc. Puede dolerte ahora, pero cuanto más endeudado estés peor será.
- Ingresos extraordinarios del trabajo. Mediante horas extra o con un segundo trabajo.
- Reducir tus gastos.
- Ponte en modo espartano, como expliqué antes.
- Vende aquello que tiene deuda y quítatela de encima. Por ejemplo, tu coche financiado.
- Reduce el nivel de tu estilo de vida.
- Múdate a un barrio más barato.
- Llévate la comida al trabajo en un tupper.
- Ve a hacer ejercicio al parque en vez de al gimnasio.
- Usa el transporte público y anda más.
- …
Este es el precio a pagar.
10. Liquida tus deuda de 1 en 1, con foco total en la más prioritaria
Paga la cuota mínima en todas tus deudas salvo en la más prioritaria hasta que la elimines. Después, pasa a la siguiente de la lista. Según vayas liquidando deudas dispondrás de mayor «potencia de fuego» para las siguientes ya que no estarás pagando los intereses de las que te has quitado de encima. Esto significa que cada vez irás más rápido con tu plan de eliminación de deudas, es el efecto bola de nieve del que habla Dave Ramsey.
11. Para cada amortización que hagas, calcula el dinero que has ganado (intereses que dejas de pagar)
De cara a mantenerte motivado, calcula los intereses que dejas de pagar con cada amortización. Puedes hacerlo fácilmente con este simulador de la web del Banco de España.
12. Mantén actualizada tu lista de deudas
Haz seguimiento de tus deudas y usa algún sistema para ver su evolución a lo largo de los meses. Así como el punto anterior supone una pequeña victoria a corto plazo, ver la evolución a medio y largo plazo es algo que te va a permitir mantenerte enfocado y motivado. Liquidar todas tus deudas al consumo puede suponer mantenerte centrado en ello bastante meses, así que ayudemos a la perseverancia, disciplina y constancia manteniendo una motivación bien alta.
13. ¡Empieza ya!
Pon el plan de eliminación de deudas en acción ya. Cuanto antes comiences, antes acabarás. Tendrás que superar obstáculos, puede que incluso en algún momento tengas que paralizarlo para reponer tu colchón de tranquilidad a su nivel mínimo tras un imprevisto. Aguanta, persiste. Has iniciado el camino hacia la libertad financiera y te estás librando de las cadenas de la deuda. Después todo será más fácil.
Resumen
Las deudas, y en especial las deudas al consumo, pueden lastrar nuestras finanzas personales. Suponen un riesgo y, salvo quizás la hipoteca de tu vivienda habitual, para la mayoría de personas lo más sensato es evitarlas. Si tienes deudas al consumo, deberías establecer un plan para eliminarlas e, inmediatamente, llevarlo a cabo.
Mantén siempre tu colchón de tranquilidad por encima del nivel mínimo, ya que lo último que quieres es tener que recurrir a la deuda porque se te ha roto el aire acondicionado. Eso sería dar pasos atrás en tu liberación de deudas.
El plan de eliminación de deudas tiene cuatro fases, descritas anteriormente: (1) la definición, en la que confeccionas una lista de tus deudas, las priorizas y calculas sus implicaciones monetarias; (2) la reflexión, en la cual te paras a pensar qué te ha llevado a contraer esas deudas y revisas tu estilo de vida; (3) la ejecución, cuando pones en práctica el plan amortizando mes a mes tus deudas; y (4) el seguimiento, en el cual mes tras mes vas revisando la evolución de tus deudas y celebrando tus pequeñas victorias.
Tras haber llevado a cabo el plan habrás aprendido a ser disciplinado y a saber priorizar objetivos, mediante el ahorro sistemático. Esto te ayudará en el siguiente paso: hacer crecer tu patrimonio y que tu dinero trabaje para ti y no tú para él.
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Saludos, kaizener!