Hola, si quieres saber algo sobre mi y/o mi proyecto has llegado al lugar indicado. Parece mentira, pero muchas veces escuchas la historia de alguien y encuentras muchos puntos en común… ¡veamos si es tu caso!
Sobre mí
Mi nombre es Javier González y desde que inicié mi camino por este mundo hasta el momento de escribir estas líneas han pasado más de 40 años, que se dice pronto. Quizás te estés preguntando: ¿quién es ese tal Javier González? Es una de grandes preguntas, de las que viene bien responderse de vez en cuando; no sobre mi caso, sino para preguntársela a uno mismo… ¿quién soy yo?. En todo caso, te contaré algunas cosas sobre mí:
- Soy alguien en continua búsqueda, me encanta descubrir, explorar, probar nuevas actividades, abrirme a nuevas formas de pensar, aprender y crecer cada día. Veo la vida como una gran aventura y me gusta disfrutarla teniendo la libertad de elegir mi sendero y recorrerlo junto a mis seres queridos.
- Soy una persona tranquila, analítica y reflexiva. Diría que a veces tengo problemas de inercia: unas veces me cuesta arrancar y otras lo que me cuesta es parar. Si te suena el eneagrama, encajo bastante con un 9 (pero no diré que lo soy, sería simplificar demasiado y encasillarme).
- Me he movido por España y, tras estar unos 8 años en la capital, he vuelto a mi ciudad natal, A Coruña. No me importa tanto el lugar, sino de quién estoy rodeado.
- Desde pequeñajo siempre me han gustado las artes marciales, todo lo relacionado con la montaña, los juegos de mesa (algunos bastante frikis) y, cómo no, el mundo de la tecnología… lo cual me acabó llevando a estudiar Ingeniería Informática.
Inicios de mi carrera profesional
Tras acabar la carrera empecé a trabajar como desarrollador informático en el Banco Pastor. Ya sabes, un «trabajo para toda la vida«, de esos con carrera lenta pero segura. Le sumamos pareja estable, emancipación y casi casi ya tenía montado el plan de vida. Mi visión del trabajo y el dinero fue evolucionando, es lo que tiene emanciparse… Por suerte (y gracias a la que sería mi futura mujer), me resistí a las presiones sociales de comprar un piso, y eso que como empleado de banca tenía unas condiciones fantásticas; y digo por suerte por la vida da muchas vueltas, pero a eso ya llegaré en unas líneas. Antes viene mi…
Despertar financiero: Voy a ser papá
Sí, con 3o y pocos años es cuando mi pareja y yo decidimos que había llegado el momento de ser padres. Es uno de esos puntos en tu vida que te pueden cambiar por completo a muchos niveles, incluyendo el financiero. Entiéndeme, no es que no me preocupase el dinero antes, pero no estaba ocupándome de él como se merecía; cuando interioricé que iba a ser padre y asumí la responsabilidad de que una pequeña criatura iba a depender totalmente de mí, algo hizo click dentro de mi cabeza e inicié mi «despertar financiero«.
Empecé a empaparme de libros, foros y blogs de finanzas personales e inversiones, y, aprovechando mis conocimientos de gestión de proyectos, a trazar un plan de gestión de mi patrimonio, con objetivos a corto, medio y largo plazo, proyecciones, riesgos, estrategias de inversión, etc. Descubrí un mundo de nuevas posibilidades, que posteriormente me permitió afrontar ciertas decisiones con más libertad.
Consensuada la estrategia de inversión y la asignación de activos con la «ya por aquel entonces» mi mujer, puse en práctica el plan en junio de 2011 y poco a poco, los resultados empezaron a notarse… en nuestro entorno los amigos y conocidos se hipotecaban con su casa, yo me dedicaba a coleccionar activos que generasen rentas con un objetivo muy claro: que me pagasen el alquiler. Lo llamaba «mi casa móvil«.
Fusión Pastor-Popular: viviendo un nuevo camino
Allá por el 2012 acabó pasando lo que siempre rumoreaban y nunca pasaba, el Banco Popular se «come» al Pastor. Es uno de estos procesos laaaaargos e incómodos que son fantásticos para que se te caiga el pelo, tengas crisis de ansiedad, comas sin control o cualquier otra lindeza. Acabaron llegando los men-in-black de RR.HH. del «Popu» y comenzó un interminable serie entrevistas con el personal en un clima totalmente opaco y lleno de tensión. Hay quien lo lleva mejor y quien lo lleva peor, incluso puede que creas que lo llevas bien, pero estas situaciones van quemando a la gente poco a poco.
Tras un año de integraciones y desintegraciones, picos de trabajo y valles muy largos de inactividad, acabó por dar otro giro la vida: a mi mujer, interina con oposición aprobada pero sin plaza, no la renuevan y a mi me dicen que «a Madrid o a Madrid». Lo pensamos bien y nos decidimos ir a la aventura, así que en mayo de 2013, con un peque de 15 meses nos vinimos para la capital.
Aprendí mucho en este proceso, pero me quedo con dos cosas:
- En los grandes procesos de adquisición/fusión eres un número más para RR.HH. Es muy difícil que se pueda tratar individualmente cada caso de cada empleado, cuando hablamos de miles en un proceso tan corto temporalmente.
- El miedo y la falta de recursos financieros pueden condicionar tus decisiones vitales. No me quiero ver con 50 y pico a merced de circunstancias sobrevenidas. Lo vi de cerca con algunos compañeros y eso reforzó mi determinación para avanzar lo más rápido posible con mi plan financiero y no depender tanto de los ingresos de trabajo.
E.R.E. Banco Popular: mi Bussiness Angel
Todos tenemos una gran capacidad de adaptación, y eso fue lo que hicimos al llegar a Madrid: nueva ciudad, nuevos amigos, nuevo puesto de trabajo y, tras un tiempo, ¡hasta un nuevo miembro en la familia! Me adapté bien (no sin esfuerzo) y afronté con ganas esta nueva etapa profesional como director de proyectos informáticos. De tiempo andaba bastante justito, pero ya tenía mis finanzas personales en piloto automático por lo que pude centrarme en el trabajo y la familia.
Quien no tenía muy allá sus cuentas era el Banco Popular y, los gallegos que veníamos del Pastor, empezamos a ver una serie de señales que se estaban repitiendo, tal y como nos había sucedido unos años antes. Así que un buen día anunciaron un expediente de regulación de empleo para liquidar 2.500 puestos de trabajo; con unas condiciones de salida bastante buenas y viendo cómo iba a acabar la película, me planteé los diversos escenarios y la elección fue decirles «sí, gracias, me voy voluntario».
Y así fue cómo el Banco Popular se convirtió en mi bussiness angel, financiándome en parte una nueva etapa de desarrollo personal y profesional.
La metamorfosis
Tras irme del banco («técnicamente» despedido), en 2017 inicié una nueva etapa centrada en el autoconocimiento, la reflexión y la formación, con el objetivo de definir un proyecto emprendedor con el que poder crear un negocio con alma que me permitiese tener una verdadera conciliación entre trabajo y familia y acelerar mi camino hacia la libertad financiera. Mi plan financiero (el que hice en 2011) se basaba en 2 fases:
- Fase de empleado-inversor. La recorrida hasta ese momento y que se basó en el trabajo (como informático y jefe de proyectos) como fuente de ingresos principal, el ahorro, priorizando lo que era importante en mi vida y recortando todo lo superfluo, la inversión, poniendo a trabajar el dinero (mi «ejército de pequeños trabajadores«), la reinversión, para utilizar el interés compuesto a mi favor, y por último pero no menos importante, la protección, creando un colchón de tranquilidad que me cubriese 12 meses de gastos.
- Fase de dueño de negocio-inversor. Este es el punto clave para la aceleración; la mayoría de los trabajos habituales tienen un techo de ingresos, pero un negocio bien sistematizado y que resuelva problemas te puede permitir escalar tus ingresos sin que dependan de tu tiempo. Si se combina con la inversión se producen grandes sinergias: el negocio genera más y más ingresos que puedes invertir en activos que generan más ingresos y con ello lo que vas consiguiendo es diversificar tus fuentes de ingresos. Esta es otra clave para la estabilidad económica y la independencia financiera; si sólo tienes tu trabajo y te falla… pero ¿y si recibes ingresos de más de 20 fuentes distintas? Aunque fallen algunos el impacto que tendrá en tus finanzas personales será mucho menor.
Bien, pues con las cosas claras y una ruta «tan bonita» sólo me quedaba una cosa: ¡recorrerla! Que no sea por no intentarlo. Pero, ¿qué negocio monto?¿qué tipo de emprendedor quiero y puedo ser? Tenía claro el para qué, algo menos el qué y ya ni entro en el cómo. Hice lo mejor que podía hacer, invertir en mi mismo, es decir, formarme.
A lo largo de un año super-intenso con más de 100 libros leídos, cursos y un máster sobre emprendimiento fui gestando la idea del proyecto, encontrando lo que me gustaba, sabía hacer bien y podía ayudar a mucha gente con circunstancias e inquietudes parecidas a las mías. Fue una auténtica metamorfosis de muchos meses en los que me fui transformando y redescubriendo, conectando con mi yo más profundo, cosa que llevaba tiempo sin hacer. Así fue tomando forma mi proyecto, del que te hablaré en la sección final de esta página.
Volviendo al mundo Tech
Tras unos 3 años full time con mi proyecto personal, decidí volver al mundo de la tecnología, unos meses antes de la pandemia. Pude encontrar un nuevo rol como agile coach con el que se alineaban mis intereses personales, mi formación académica y mi experiencia profesional. Además, en una empresa en la que se cuida a las personas de verdad y que está plagadita de grandes profesionales con unos valores totalmente afines a los míos.
En definitiva, poder compatibilizar un proyecto de emprendimiento con un trabajo por cuenta ajena, fue la manera de seguir avanzando en mi vida. ¿Era lo previsto? Pues no. ¿Fue lo correcto? No tengo quejas al respecto.
Y ahora quiero hablarte de mi emprendimiento, que aunque lleva un tiempo un poco parado, trataré de cuidarlo año tras año.
Sobre el proyecto Finanzas Kaizen
Durante el año de mi reinvención, fui encajando muchas piezas del gran puzzle de mi vida. A veces envidio a la gente que tiene tan claro lo que quiere ser y hacer… que parece que les vino dada su vocación. En mi caso, el proceso no fue rápido, ni fácil. ¿Qué puedo ofrecer yo al mundo? ¿Qué se me da bien, me gusta y cubre un deseo, una necesidad o soluciona un problema a un colectivo?
Todo empieza por conocerse bien a uno mismo. Revisar y reinterpretar tu historia es algo que lleva tiempo y esfuerzo, pero puede darte muchas respuestas; a mí me las dio al menos. Fui encontrando puntos que ahora iba uniendo y trazando el camino andado, el punto en donde me encontraba y hacia dónde quería ir. Encontré muchas similitudes y sinergias entre mi antigua profesión, objetivos vitales, hobbies, el mundo del desarrollo personal y el de las finanzas personales.
De todas estas reflexiones he encontrado las respuestas que me han llevado a crear Finanzas Kaizen:
- De gestor de proyectos informáticos a gestor de proyectos de crecimiento personal y financiero. Es algo que ya había hecho yo en mi vida, sin darme cuenta, aplicando todo lo que sabía para planificar y hacer seguimiento de mi ruta hacia la libertad financiera.
- De analista/diseñador de sistemas informáticos a analista/diseñador de sistemas de finanzas personales e inversión. Lo bueno de los sistemas es que, una vez que los has afinado, te facilitan enormemente la vida (ganando tiempo) y consiguen resultados predecibles. Profesionalmente los proyectos y desarrollos que implementé eran eso: sistemas. Y con mi despertar financiero hice otro sistema para mis finanzas, con el que llevo más de 12 años trabajando y mejorando. ¿Por qué no compartir mi experiencia y ahorrar tiempo y dinero a otros?
- De fan de juegos de mesa de estrategia a estratega del juego de la vida. Siempre me gustaron los juegos de estrategia, me encanta la parte de gestión de recursos, optimización y esa sensación de montar un combo que hace todo funcione cada vez mejor. ¿Por qué no aplicarlo en mi vida? ¿Y ayudar a otras personas con eso?
He descubierto que mi desarrollo personal me ha ayudado en mi desarrollo financiero; y viceversa. A ti también te puede ayudar.
En Finanzas Kaizen iré aportándote todo lo que he aprendido durante el camino que he recorrido, ahorrándote tiempo y errores para lograr vivir la vida que quieres, apoyándote en unas finanzas cada día más sólidas y en tu mejora personal y profesional. Compartiré mi visión y experiencias sobre cómo aplicar el Kaizen (mejora continua) a través de pequeños pasos y, si así lo quieres, será un placer acompañarte en tu propio camino.
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Por último, darte las gracias por haber llegado hasta aquí.
¡Kaizeniza tu vida!,
Javier González.